La Reina del Pop recordó los momentos que compartieron y cómo sus caminos artísticos los unieron a lo largo de sus vidas.
Madonna está viviendo un profundo momento de nostalgia y reflexión tras el fallecimiento de su hermano menor, Christopher Ciccone, quien perdió la vida el pasado 5 de octubre a los 63 años, después de enfrentar una dura batalla contra el cáncer.
A través de una emotiva publicación en su cuenta de Instagram, acompañada de una serie de fotografías en las que aparece abrazada a su hermano, la intérprete de “Like a Virgin” expresó con profunda tristeza el vacío que deja su partida y la conexión especial que compartían.
Es difícil explicar nuestro vínculo”, comenzó Madonna, recordando que ambos crecieron sintiéndose diferentes y entendiendo lo difícil que sería encontrar su lugar en el mundo sin ajustarse a las expectativas sociales.
La cantante relató que la danza fue el “pegamento” que los mantuvo unidos durante su infancia. “Nos tomamos de las manos y bailamos a través de la locura de nuestra niñez”, escribió con ternura. Este amor compartido por el arte los llevó a abandonar su lugar de origen en busca de nuevos horizontes.
Madonna recordó con especial cariño el momento en que decidió mudarse a Nueva York para convertirse en bailarina, y cómo Christopher la siguió en esta aventura. No solo formó parte de su equipo en el escenario, sino que también desempeñó el rol de director creativo en algunas de sus giras más icónicas, como “Blond Ambition World Tour” y “The Girlie Show Tour”. “Cuando se trataba de buen gusto, mi hermano era el Papa, y había que besar su anillo para obtener su bendición”, comentó Madonna, destacando su talento innato.
“Una vez más, nos tomamos de las manos, cerramos los ojos y bailamos. Juntos. Me alegra que ya no esté sufriendo”, finalizó su mensaje con profunda tristeza y gratitud.
Christopher Ciccone no solo fue una figura importante en la vida de su hermana, sino también un artista versátil. Además de colaborar con Madonna, dirigió videos musicales para artistas como Dolly Parton y Tony Bennett, y diseñó las casas de la cantante en ciudades como Nueva York, Miami y Los Ángeles. Su autobiografía publicada en 2008, “Life with My Sister Madonna”, relata las complejidades de su relación y los momentos que compartieron en la cima del éxito.
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