19/11/2024Investigado por desvío de $1.9 millones y polémico rodaje en iglesia, Monseñor Gigantiello pierde sus funciones en Nueva York.
El escándalo que involucra al líder de una iglesia de Nueva York, Monseñor Jamie Gigantiello, sigue generando titulares. La decisión de permitir que Sabrina Carpenter filmara un videoclip en el altar de su parroquia fue solo el inicio de una investigación más profunda que reveló irregularidades financieras graves. Las autoridades eclesiásticas lo han relevado de sus funciones administrativas y pastorales para salvaguardar los fondos y la confianza pública.
Polémica por videoclip en el altar de Sabrina Carpenter
La controversia comenzó cuando Sabrina Carpenter rodó el video musical de su éxito “Feather” en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen en Brooklyn. En el video, Carpenter baila frente al altar con un vestido negro corto, rodeada de ataúdes de imitación. Este uso del espacio sagrado desató críticas, y la diócesis expresó su consternación, alegando que no se siguieron los procedimientos adecuados para autorizar la grabación.
Monseñor Gigantiello admitió que aprobar la filmación fue un “lapsus de juicio” y afirmó no haber estado presente durante el rodaje. Sin embargo, el impacto del videoclip y la reacción negativa aceleraron una auditoría que destapó irregularidades más graves.
Transferencias millonarias y gastos personales
La investigación, liderada por Alvarez & Marsal y Sullivan & Cromwell LLP, reveló que Gigantiello transfirió $1.9 millones en fondos parroquiales a cuentas vinculadas a Frank Carone, exjefe de personal del alcalde de Nueva York, Eric Adams, quien enfrenta cargos de corrupción. Las transacciones no fueron documentadas ni autorizadas, lo que representa una violación de las políticas diocesanas.
Aunque Carone devolvió $1 millón más intereses, todavía queda un saldo pendiente. Además, se descubrió que Gigantiello utilizó una tarjeta de crédito de la iglesia para gastos personales, lo que agrava la situación.
Nuevas medidas en la parroquia
Ante la gravedad de las acusaciones, el obispo Robert Brennan nombró al obispo Witold Mroziewski como nuevo administrador de la parroquia. Mroziewski ahora tiene plena autoridad, incluyendo la supervisión litúrgica y administrativa. Adicionalmente, se realizó un rito espiritual para restaurar la santidad del templo tras el controversial rodaje.
La diócesis también relevó a un diácono que había asumido temporalmente el cargo, tras descubrirse que usó lenguaje racista y ofensivo en conversaciones privadas grabadas por orden de Gigantiello.
Sabrina Carpenter y su respuesta al escándalo
Sabrina Carpenter no dejó pasar la controversia sin comentario. Durante un concierto en el Madison Square Garden, la cantante se burló de la situación, afirmando con humor que su videoclip parecía haber tenido consecuencias hasta en la política neoyorquina.
El caso continúa bajo la lupa, y la diócesis ha reiterado su compromiso de cooperar plenamente con las investigaciones federales. Mientras tanto, Gigantiello defiende su gestión, argumentando que las inversiones fueron legales y generaron beneficios para la iglesia.
El impacto del polémico videoclip y las revelaciones de mala gestión administrativa han dejado una profunda huella en la comunidad de Williamsburg, recordando la importancia de la transparencia en todas las instituciones.
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