Bad Bunny demanda a fanático por subir videos de su concierto a YouTube sin su consentimiento
El famoso cantante de reggaetón, Bad Bunny, ha presentado una demanda contra un fanático que grabó y publicó videos de alta calidad de uno de sus conciertos en Utah. El artista alega que esta acción constituye una infracción de derechos de autor, ya que los videos subidos han generado ganancias y le han quitado visualizaciones a su página oficial.
El acusado, identificado como Eric Guillermo Madronal Garrone, es conocido por su canal de YouTube, MADforliveMUSIC, que cuenta con más de cien mil suscriptores. Según la demanda, Madronal Garrone subió videos del concierto de Bad Bunny sin tener la autorización necesaria, lo que llevó al cantante a tomar acciones legales.
Bad Bunny argumenta que él es el único propietario de los derechos de su música en vivo. Por lo tanto, cualquier grabación y difusión de sus actuaciones debe contar con su autorización expresa. Los videos publicados en el canal MADforliveMUSIC no solo infringieron estos derechos, sino que también desviaron la atención y las visualizaciones de sus canales oficiales, afectando potencialmente sus ingresos.
A pesar de los intentos por resolver la situación de manera amistosa, Eric Guillermo Madronal Garrone presentó una contrademanda para mantener los videos en línea. Este conflicto llevó a Bad Bunny a llevar el caso a los tribunales, buscando una solución definitiva.
En su demanda, Bad Bunny solicita la eliminación de los videos de YouTube y una indemnización de 150,000 dólares por cada clip publicado. Además, el cantante busca impedir que Madronal Garrone comparta cualquier contenido de sus conciertos sin permiso en el futuro. Estas acciones tienen como objetivo proteger sus derechos de autor y asegurar que sus actuaciones en vivo sean gestionadas y monetizadas correctamente.
El caso entre Bad Bunny y Eric Guillermo Madronal Garrone subraya la importancia de respetar los derechos de autor en la era digital. Mientras el fan argumenta su derecho a compartir contenido, Bad Bunny defiende la propiedad y control de su obra artística. Esta demanda podría sentar un precedente importante en la industria musical sobre la distribución no autorizada de contenido en plataformas digitales.